Ahorita no tengo tiempo mejor después...
gotitas de vivencia...
Ella se encontraba haciendo los quehaceres de su casa, metia la ropa a lavar, habían platos en el fregadero, la casa aún se encontraba sucia, y todavía tenia que limpiar la cocina, entrar ropa seca pues habia llovido muchísimo razón por la que tuvo que entrar y sacar mas ropa al tendedero...había que preparar el baño de los niños, recoger los platos sucios de la mesa...su pequeño niño andaba tras ella, sus inmensos ojitos en forma de almendra la veían y la seguía por todos lados que fuera...luego le dijo: Mamita hacéme un avioncito con esta hoja, ella le dijo apurada ahorita no hijo, estoy muy ocupada, por favor si...te lo hago después...el niño continuaba siguiéndola...ella en su mente hacía sus oraciones y el hermoso pequeñito se puso a llorar y le dijo: mamita por favor hacémelo, quiero jugar...esas palabras tocaron tanto el corazón de aquella madre que se sintió tan culpable de haber lastimado su pequeño, vino a su mente que la razón por la que ella había tomado la decisión de cuidarlos y quedarse en casa era precisamente eso...porque no quería escuchar esas palabras en su vida...que no tenía tiempo para sus hijos...y así lo abrazó lo beso muchas veces y las hermosas y suavecitas mejillas de su niño se rozaban con las de ella, fundidos en un abrazo su madre le dijo: te amo mi amor, el niño le dijo yo también te amo mamita, le hizo su avioncito con el cual jugó un ratito nada mas pues el perro se lo destruyó pero ya había tenido su avioncito que el quería y ahora jugaba con su Lucky junto con su hermana y le sonaban la flauta y este les ladraba...esta historia me hizo pensar en cuantas veces como padres haciendo tantas cosas, no prestamos tiempo a nuestros hijos, algunos hablan de darles calidad de tiempo, pero como madre de tres niños me ha tocado ver a algunos niños que no pasan con sus padres sus miradas cuando no llevan la maqueta del colegio, o cuando pasa algo y lo que más necesitan es tener a sus papitos...todos muchas veces hemos dejado a nuestros hijos a un lado por hacer algo, ellos están creciendo y nos necesitan...en efecto no todos pueden dejar sus trabajos, hay responsabilidades, pero siempre hay que recordar que ellos son lo más valioso que tenemos, y que lo que para nosotros es insignificante, para ellos es lo más grande en su mundo...hay que respetarlos siempre, sembremos en ellos tiempo, amor aprendamos a escucharlos, ellos tienen muchas cosas que contar, y tantas historias fantásticas que decir, hay inquietudes, tantas ocurrencias, y muchísimas opiniones que nadie nos puede dar...sembremos cosas grandes en ellos, en sus vidas, y bendigámolos cada instante, porque son ese hermoso tesoro que ha salido de nuestras propias entrañas, son nuestra sangre, son nuestro regalo grandioso de Dios...
...Por
...Cristina Hidalgo de Marroquín.
gotitas de vivencia...
Ella se encontraba haciendo los quehaceres de su casa, metia la ropa a lavar, habían platos en el fregadero, la casa aún se encontraba sucia, y todavía tenia que limpiar la cocina, entrar ropa seca pues habia llovido muchísimo razón por la que tuvo que entrar y sacar mas ropa al tendedero...había que preparar el baño de los niños, recoger los platos sucios de la mesa...su pequeño niño andaba tras ella, sus inmensos ojitos en forma de almendra la veían y la seguía por todos lados que fuera...luego le dijo: Mamita hacéme un avioncito con esta hoja, ella le dijo apurada ahorita no hijo, estoy muy ocupada, por favor si...te lo hago después...el niño continuaba siguiéndola...ella en su mente hacía sus oraciones y el hermoso pequeñito se puso a llorar y le dijo: mamita por favor hacémelo, quiero jugar...esas palabras tocaron tanto el corazón de aquella madre que se sintió tan culpable de haber lastimado su pequeño, vino a su mente que la razón por la que ella había tomado la decisión de cuidarlos y quedarse en casa era precisamente eso...porque no quería escuchar esas palabras en su vida...que no tenía tiempo para sus hijos...y así lo abrazó lo beso muchas veces y las hermosas y suavecitas mejillas de su niño se rozaban con las de ella, fundidos en un abrazo su madre le dijo: te amo mi amor, el niño le dijo yo también te amo mamita, le hizo su avioncito con el cual jugó un ratito nada mas pues el perro se lo destruyó pero ya había tenido su avioncito que el quería y ahora jugaba con su Lucky junto con su hermana y le sonaban la flauta y este les ladraba...esta historia me hizo pensar en cuantas veces como padres haciendo tantas cosas, no prestamos tiempo a nuestros hijos, algunos hablan de darles calidad de tiempo, pero como madre de tres niños me ha tocado ver a algunos niños que no pasan con sus padres sus miradas cuando no llevan la maqueta del colegio, o cuando pasa algo y lo que más necesitan es tener a sus papitos...todos muchas veces hemos dejado a nuestros hijos a un lado por hacer algo, ellos están creciendo y nos necesitan...en efecto no todos pueden dejar sus trabajos, hay responsabilidades, pero siempre hay que recordar que ellos son lo más valioso que tenemos, y que lo que para nosotros es insignificante, para ellos es lo más grande en su mundo...hay que respetarlos siempre, sembremos en ellos tiempo, amor aprendamos a escucharlos, ellos tienen muchas cosas que contar, y tantas historias fantásticas que decir, hay inquietudes, tantas ocurrencias, y muchísimas opiniones que nadie nos puede dar...sembremos cosas grandes en ellos, en sus vidas, y bendigámolos cada instante, porque son ese hermoso tesoro que ha salido de nuestras propias entrañas, son nuestra sangre, son nuestro regalo grandioso de Dios...
...Por
...Cristina Hidalgo de Marroquín.
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