CUANDO YA NO SE PUEDE HACER NADA...
gotitas de vivencia...
Aquella mañana una noticia que aconteció en un Estado de México, impactó los noticieros de América...un presunto delincuente era golpeado por agentes policiales y de la misma agonizaba frente a ellos... su cara mostraba angustia y miedo...mientras los agentes se burlaban y filmaban aquel acto brutal, que no por ser un presunto delincuente les obligaba a propinar a aquel hombre una muerte, sin honor, con su nombre pisoteado y condenado ante los ojos del mundo...aquel hombre agonizaba y en su rostro, no se reflejaba la paz de alguien que muere con el deber cumplido...no se justifica la brutal acción policial, ni se juzga al hombre que ya fue muchas veces juzgado por un vídeo que le fue tomado...pero generalmente el camino por el que se conduce el hombre es el que determina, el final de sus días...así cada uno de nosotros, debemos permanecer íntegros ante los ojos de Dios, cada día lavando nuestros pecados en su presencia, apartándonos del mal...que sea el Rostro de Cristo el que reflejemos continuamente. ..que nuestra vida tenga concordancia con el Dios que hemos recibido en nuestro corazón...que cada día caminemos bajo la sombra de aquel que nos amó primero...todos, quizá pocos pueden ser la excepción, hemos llegado a los pies del maestro, sucios, revolcados en la peor hediondez... pero cuando Cristo nos llama, que busquemos su rostro, que le conozcamos, algo nuevo pasa en nuestra vida...no podemos volver a ser los mismos...un rostro al morir es el reflejo de a donde se dirige...si hay vida después de la muerte...pero nosotros elegimos a donde ir...si a un lugar de fuego eterno...o a vivir eternamente con Cristo...nuestra vida...la vida que elegimos vivir...como deseamos vivirla...para quien, a quien le rendimos todas las áreas de nuestra vida...será el reflejo del lugar a donde iremos...pues el ha prometido que nos guardará siempre...y nuestra forma de vida...debe ser el auténtico testimonio del Cristo a quien le servimos...y pensar que no importa donde estemos o de donde hayamos venido...si cambiamos nuestro proceder, volvemos nuestro rostro a Jesús...el no desprecia a un corazón Contrito y humillado no lo desprecia jamás...
...por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
gotitas de vivencia...
Aquella mañana una noticia que aconteció en un Estado de México, impactó los noticieros de América...un presunto delincuente era golpeado por agentes policiales y de la misma agonizaba frente a ellos... su cara mostraba angustia y miedo...mientras los agentes se burlaban y filmaban aquel acto brutal, que no por ser un presunto delincuente les obligaba a propinar a aquel hombre una muerte, sin honor, con su nombre pisoteado y condenado ante los ojos del mundo...aquel hombre agonizaba y en su rostro, no se reflejaba la paz de alguien que muere con el deber cumplido...no se justifica la brutal acción policial, ni se juzga al hombre que ya fue muchas veces juzgado por un vídeo que le fue tomado...pero generalmente el camino por el que se conduce el hombre es el que determina, el final de sus días...así cada uno de nosotros, debemos permanecer íntegros ante los ojos de Dios, cada día lavando nuestros pecados en su presencia, apartándonos del mal...que sea el Rostro de Cristo el que reflejemos continuamente. ..que nuestra vida tenga concordancia con el Dios que hemos recibido en nuestro corazón...que cada día caminemos bajo la sombra de aquel que nos amó primero...todos, quizá pocos pueden ser la excepción, hemos llegado a los pies del maestro, sucios, revolcados en la peor hediondez... pero cuando Cristo nos llama, que busquemos su rostro, que le conozcamos, algo nuevo pasa en nuestra vida...no podemos volver a ser los mismos...un rostro al morir es el reflejo de a donde se dirige...si hay vida después de la muerte...pero nosotros elegimos a donde ir...si a un lugar de fuego eterno...o a vivir eternamente con Cristo...nuestra vida...la vida que elegimos vivir...como deseamos vivirla...para quien, a quien le rendimos todas las áreas de nuestra vida...será el reflejo del lugar a donde iremos...pues el ha prometido que nos guardará siempre...y nuestra forma de vida...debe ser el auténtico testimonio del Cristo a quien le servimos...y pensar que no importa donde estemos o de donde hayamos venido...si cambiamos nuestro proceder, volvemos nuestro rostro a Jesús...el no desprecia a un corazón Contrito y humillado no lo desprecia jamás...
...por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
0 comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tus comentarios.