LA CAMPANA...
gotitas de vivencia...
Se dice que antiguamente al morir una persona y requerir los servicios de los servicios fúnebres por parte de sus familiares, el sepulturero acostumbraba que al enterrar a la persona fallecida ya el médico que lo veía o segun sus familiares, se le pusiese atada a su mano o a la par dentro de su caja una campanita, la cual haría sonar si no hubiese fallecido pues debido a la falta de equipo que determinara que en efecto la persona estuviese muerta, o si presentase una muerte aparente o un estado catatónico ...pues muchas personas en aquellos tiempos fueron enterradas vivas, y de esta forma haciendo sonar la campana, el sepulturero contrataba a un asistente para que estuviese cerca del ataúd por si esto llegase a pasar...de ahí aquella famosa frase "salvado por la campana", en la que si alguien estuvo en alguno de estos estados fue salvado por haber logrado sonar esta famosa campana y ser sacado de morir de verdad...hoy en dia por los avances de la ciencia no es necesario hacer esto pues existe una ciencia la tanatologia que estudia este fenomeno la muerte y los médicos pueden fácilmente determinar si la persona en efecto está muerta...pero esta campana representaba para el que la tenía una nueva oportunidad de vida...a muchos estos procesos les cambió totalmente, otros continuaron igual...hoy en día existe una forma de ser salvos y es solo por la sangre de Jesús, solo a través de el podemos realmente ser salvados, pues ya dentro de un ataúd no hay regreso...la decisión es hoy y la tenemos en nuestras manos...pues ya dentro de una caja, no hay campana que nos salve de una segura muerte eterna, es hoy, que debemos corregir nuestros pasos, cambiar nuestra conducta, escuchar la voz de aquel que nos amó primero...solo así podemos decir no así precisamente salvados por la campana, pero sí con toda seguridad decir que somos Salvados por el sacrificio de Cristo hace más de dos mil años, y confesar con nuestra boca que es Dios y que murio por nuestros pecados, que entre en nuestro corazón, perdone nuestros pecados y escriba nuestro nombre en el libro de la vida, lo demás es cuestión de cuidar ese regalo de la salvación...pues no habrá campana que nos salve dentro de un ataúd si no le recibimos hoy...
...por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
gotitas de vivencia...
Se dice que antiguamente al morir una persona y requerir los servicios de los servicios fúnebres por parte de sus familiares, el sepulturero acostumbraba que al enterrar a la persona fallecida ya el médico que lo veía o segun sus familiares, se le pusiese atada a su mano o a la par dentro de su caja una campanita, la cual haría sonar si no hubiese fallecido pues debido a la falta de equipo que determinara que en efecto la persona estuviese muerta, o si presentase una muerte aparente o un estado catatónico ...pues muchas personas en aquellos tiempos fueron enterradas vivas, y de esta forma haciendo sonar la campana, el sepulturero contrataba a un asistente para que estuviese cerca del ataúd por si esto llegase a pasar...de ahí aquella famosa frase "salvado por la campana", en la que si alguien estuvo en alguno de estos estados fue salvado por haber logrado sonar esta famosa campana y ser sacado de morir de verdad...hoy en dia por los avances de la ciencia no es necesario hacer esto pues existe una ciencia la tanatologia que estudia este fenomeno la muerte y los médicos pueden fácilmente determinar si la persona en efecto está muerta...pero esta campana representaba para el que la tenía una nueva oportunidad de vida...a muchos estos procesos les cambió totalmente, otros continuaron igual...hoy en día existe una forma de ser salvos y es solo por la sangre de Jesús, solo a través de el podemos realmente ser salvados, pues ya dentro de un ataúd no hay regreso...la decisión es hoy y la tenemos en nuestras manos...pues ya dentro de una caja, no hay campana que nos salve de una segura muerte eterna, es hoy, que debemos corregir nuestros pasos, cambiar nuestra conducta, escuchar la voz de aquel que nos amó primero...solo así podemos decir no así precisamente salvados por la campana, pero sí con toda seguridad decir que somos Salvados por el sacrificio de Cristo hace más de dos mil años, y confesar con nuestra boca que es Dios y que murio por nuestros pecados, que entre en nuestro corazón, perdone nuestros pecados y escriba nuestro nombre en el libro de la vida, lo demás es cuestión de cuidar ese regalo de la salvación...pues no habrá campana que nos salve dentro de un ataúd si no le recibimos hoy...
...por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
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