Recordar siempre de donde se viene...

gotitas de vivencia...

Alex, José y María eran tres jóvenes que provenían del interior de la República, y aún eran de las afueras del pueblo...eran jóvenes del campo...

Ahí crecieron hasta llegar a la adolescencia, solo uno era niño cuando se fue a vivir a la ciudad, ya que su familia esperaba mejorar su vida con el trabajo de los hermanos mayores quienes los mantenían...

Ellos eran jóvenes un tanto normales, les gustaba sobresalir siempre pero nunca lo hicieron tanto como cuando se fueron a vivir a la ciudad...

Olvidaron sus raíces, de pronto ya no podían hacer cosas que hacían en el campo, querían lujos, verse bien con ropa de marca que ni siquiera ellos compraban sino sus hermanos, criticaban a los demás y se burlaban de otros, se comportaban hipocritamente, juzgaban, querían todo para ellos, no compartían más que con aquellos que les daban algo...en fín no eran ni la sombra de aquellos muchachos que hasta descalzos andaban en su cantoncito...

Una vez alguien les dijo: hay personas que cuando se vienen a la ciudad se les olvida lo que comían cuando vivían en el campo, su evidente cambio que no era para bien, era visto por todos menos por ellos...y es que sencillamente los tres jóvenes habían olvidado de donde venían, se habían volcado a una vida perdida, exigían les cumplieran lo que ellos querían y cuando hacían cosas malas su madre y sus otros familiares debían aceptar lo que ellos hicieran...

Mucho de esto pasa en la vida común...a muchos se les olvida del lugar donde ellos vienen, a muchos se les olvida que fueron rescatados hace mucho tiempo, cuando tenían una crisis, cuando estaban enfermos, no tenían empleo, o su matrimonio fracasó y terminó en divorcio, cuando un familiar falleció...

Son estos los momentos en donde existe tanto quebrantamiento, que pareciera que la humillación nunca va a terminar, cuando pareciera que simplemente tienes que aguantar, pasarla y esperar...entonces Dios llega sea por un familiar que te habló de Dios, por un amigo, por alguien que Dios usó para encaminarte al sendero que Dios quiere camines...

Así como estos jóvenes Dios los saca de un lugar donde no estaban cómodos, y los lleva a uno mejor...pero estos olvidan lo que Dios hizo, olvidaron que estuvieron una vez en Egipto, que estuvieron una vez en el desierto y Dios los rescató, les dió nuevas ropas, les cambió la tristeza y el llanto, y luego se volvieron a vivir haciendo como si nada de esto pasó...

Nunca debemos olvidar que eramos, lo que lloramos, aquel momento en el que parecía que nunca pasaría loduro del camino, cuando todos se fueron y te dejaron solo o sola, cuando el dolor podía probarse de la forma más grande que podía probarse...entonces Jesús llegó con su infinito amor, cubrió cada herida y te colocó la mejor sonrisa en el rostro...

Cuando Dios te saca para estar en un lugar mejor, lo peor que puede hacerse es convertirse en un adúltero, en un egoísta y en alguien que olvida que Dios simplemente por misericordia y por gracia te llevó a un mejor lugar...nunca olvides de donde saliste y siempre ve la tierra que pisas ahora con respeto, con agradecimiento y con profundo amor para aquel que te salvó...

...por

       ...Cristina Hidalgo de Marroquín