La vida de fe en El Señor requiere una total y completa confianza en Dios, la vida de fe no es como la plantean muchos, que quieren llenar de fórmulas, caminos y recetas para poder adquirirla...Dios a todos nos ha dado una medida de fe...y cada uno decide si caminar bajo los principios de la fe que Dios le ha dado...
Muchas veces pareciera para el que vive esperando la respuesta que solo Dios puede dar, que se camina en círculos, en algunas ocasiones pareciera que se habla y confiesa y nada pasa...pero el hombre de fe necesariamente debe dejar todo atrás y seguir por la palabra que Dios le ha dado caminando bajo el rumbo que Dios le de...
La vida de fe no pide nada, no exige cuotas ni participaciones, no condiciona, tampoco cuestiona, simplemente se obedece y se cree totalmente porque las respuestas no las puede dar el mismo, sino solo Dios...
La vida de fe implica cosas que la carne se resiste a dejar, la comodidad, la seguridad, la confianza en una cuota fija y el ver constantemente las cosas...la fe va más allá de todo esto, cuando se confía totalmente en El Señor...se camina por la pura espera, se siembra y parece que no se ciega nada...pero el Señor a su momento da lo que se necesita para el que vive de esta manera...
Sin fe nadie puede agradar a Dios, porque la fe; no es de la tierra, la fe es un lenguaje que se habla en el cielo, y todo absolutamente todo se hace de esta forma bajo la norma de la fe, regido por la fe, esperando con suma fe, confiado en Jesús por fe...recibiendo cada día respuesta por fe en Jesus quien ha prometido y hará...
La fe es un camino que el que lo camina...lo hace totalmente solo, pues cada medida de fe es particularmente singular por tanto el camino recorrido es igualmente particular para el que lo hace y en esa soledad puede verse, sentirse, caminarse bajo la total mirada de Dios, muchas veces se camina más que lo que se espera, pero esto no significa que Dios no conteste sino, el lleva caminando y caminando porque esta permitiendo que el que la recorre profundice mas en el conocimiento del dador de la fe, del dueño de la vida, del que tiene el control de todo...
Obviamente hay una lucha entre la carne y el espíritu, la carne quiere ver todo, quiere las respuestas inmediatas, quiere ver lo que ha trabajado y exige que se le trate conforme ha caminado, pero el espíritu que ha recibido, permite que el que camina por la fe cada día se levante sin haber hecho planes y reciba, que trabaje y trabaje y aunque no vea los frutos crea que los verá...
La fe lleva hasta Dios, porque a el que nadie le ha visto jamás, que nadie sabe como es físicamente pero cree, le recibe y obedece aún así es llenado una y otra vez de esa fe que solo el puede alimentar, llenar y rebosar...
Hace algunos días mi pequeña hija Natalia a su corta edad cuestionaba algo que le decía, cuando le invitaba a que creyera en Jesus por fe sobre algo que ella pedía, y como se que es normal me dijo: Como puedo confiar totalmente en Dios si nunca lo he visto, se que existe, se que es Dios, pero como me pedís que crea si no lo he visto nunca mami...
No supe que decir y callé, le pedí a mi esposo que platicara con ella, el dulcemente le dijo, hija la fe en Dios es como una pequeña niña que mira a su papito, lo escucha, lo toca, percibe y sabe que tiene con el porque con sus pequeños ojitos mira a su padre...luego este mismo padre le dice a su pequeña nena...desde su sótano de la casa le habla y le dice:
Mi pequeña ven, la niña sabe que en ese sótano oscuro esta su padre, le escucha, cree totalmente que está ahí...luego su padre le dice, sabes que estoy aquí, la pequeña le dice...si papito, entonces le dice este dejate caer hacia mi...puedes? la pequeña sabe que ahí esta su padre, que no la dejará caer jamás, no le ve, pero sabe que oye su voz y el está ahi aunque no le ve...y le dice si papá creo que me puedes atrapar antes que caiga...y libremente se hecha en los brazos de su padre porque aunque no le ve, el está ahí...
Esa es la fe, no supe como explicarla en ese momento a mi hija, pero Dios permitió que fuera mi esposo quien lo hiciera, y es precisamente ese el camino de la fe...caminar y caminar, muchas veces pareciera que sin sentido, sin rumbo fijo, sin ningun poder explicarle a nadie lo que se hace pero se hace...es la fe...la que nos lleva a creer que Jesús es Dios, que está con nosotros y que no le es indiferente nada de lo que nos pasa, que no es ajeno a nuestro dolor y que todo lo que hace es para que su nombre sea exaltado siempre...
Es la fe un camino difícil pero fácil para el que lo vive, es la fe un esperar sin respuesta pero que hay respuesta, es la fe un mirar lo que no tengo pero que tengo, es la fe un abandonarme totalmente en los brazos de Jesús y dejar que sea el quien haga todas las cosas, dejar de luchar, patalera, exigir y hacer rabietas y simplemente dejar que el haga lo que ya en mis fuerzas no puedo hacer más...
La fe es el camino que no se ve pero es más seguro, la fe es la respuesta más callada pero más certera, la fe es no escuchar nada pero oir dirección en el interior, la fe es oir, creer, esperar, mirar y depositar cada desición en Dios y consultar todo absolutamente todo a el, aunque muchas veces no nos guste lo que el quiere que pase...pues siempre mi carne querrá hacer su propia voluntad o realizar mis propios sueños...pero los sueños de Dios son totalmente diferentes...
La fe es el camino más duro y fácil, la espera mas lenta y mas segura, y la promesa en palabras que se esperan, esperan y esperan pero que cuando llegan alegran el alma, el espíritu y llenan de vida...
Por fe hombres de Dios tuvieron el hijo de la promesa aun cuando eran viejos, por fe David lanzó una piedra y derribó al gigante, por fe Noé construyó el arca, Moisés levantó la vara y partió el mar en dos...por fe Elías hizo que no lloviera por años, por fe cada uno recibio promesas esperó y fue cierto...porque es la fe la que agrada a Dios y hace posible que su voluntad sea hecha en la tierra...
Dios te pido que nos des la medida de la fe, que necesitamos para la obra que has determinado en nuestra vida, y que jamás dudemos, que te veamos a ti solamente, que no dudemos un segundo y perdónanos cuando esto ha sucedido...llena a cada uno de tu fe, de tu paz de tu amor de Jesús...
...Por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
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