"A tí, Oh Señor, levantaré mi alma. Dios mio, en tí confío; no sea yo avergonzado, no se alegren de mí mis enemigos.
Ciertamente ninguno de cuantos esperan en tí será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Muéstrame, oh Señor, tus caminos; enseñame tus sendas. Encaminame en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi Salvación; en ti he esperado todo el día.
Acuérdate, Oh Señor, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas.
De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Señor.
Bueno y recto es el Señor; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Ecaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. Por amor de tu nombre, oh Señor, perdonarás también mi pecado, que es grande.
¡Quién es el hombre que tema al Señor? el le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará de bienestar, y su descendencia heredará la tierra.
La comunión íntima de el Señor es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto. Mis ojos están siempre hacia el Señor, porque el sacará mis pies de la red.
Mírame y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
Mira mi aflicción y mi trabajo, y perdona mis pecados. Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen.
Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié. Integridad y rectitud me guarden, porque en ti he esperado. Redime, oh Dios, a Israel de todas sus angustias."...
A dónde ir siempre sino a tí, quien escucha mi voz mejor que tú, quien puede entenderme sino solo aquel que me creo...porque el mundo ahoga al hombre para gloria del mismo mundo...pero tu Señor no permites que a tus hijos les pase nada...porque aunque están en el mundo, no son del mundo...
Quien mejor que tu para entender mi alma, para escuchar mi voz cada segundo del día, que te hablo, cada minuto de mi dia es para ti, y mi mente solo para tí está reservada, porque ahi solo tu habitas...
Quien sino mi Dios para ayudarme a comprender porque el mundo pesa, asfixia, apreta, y aplasta...quien sino mi Dios para sostenerme ante la mirada de aquellos que se alegran por verme en el suelo y escupen con zaña y no respetan al Dios que me sostiene...
Quien sino Dios...el único para el que vivo, respiro, pienso, hablo, camino...quien sino tu Jesús para hacer en mi, lo que tan siquiera yo puedo alcanzar a entender...
Quien sino tu mi guía, el único en el que puedo confiar, mi solo refugio, a quien le digo tengo miedo, tengo dudas, y al que día y noche...clamo, le expongo mis temores por más dificiles que sean porque solo tu los entiendes y me ayudas...
Quien sino tú Señor en quien confío, el único que tengo, mi única compañia...lo mejor que me ha pasado...el Dios de mis días...el Eterno, a quien le pertenezco...el único que llena de vida mi vida...
...por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
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