TODO DOLOR EN LA VIDA, TODO SUFRIMIENTO FISICO, EMOCIONAL...

Dios lo puede cambiar solo si tu quieres...trabajar porque así sea...

gotitas de vivencia...

Juan era un pequeño enfermizo, delgado, con muchos padecimientos y dificultades...había nacido con mucho problemas, las alergias, un soplo en el corazón...encima sordo y mudo...su madre Josefina de pequeño dejó todo a un lado para cuidarlo y brindarle los cuidados que el pequeño requería, lo llevaba a especialistas, le brindó todo su tiempo y le ayudaba para que no se sintiera menos que los demás, lo colmó de cariño aparte de los cuidados médicos, le enseñó valores morales, cristianos...le decia continuamente que grande eres mi hijo, y será un gran hombre...Marta por el contrario tenia a José un niño felíz, saludable e inquieto, vivía diciendole que era insoportable, que mal portado era, que nunca haría nada con su vida que llevaba pues era desordenado y no le gustaba estudiar...al pasar los años ambos niños crecieron...Juan se conviritio en un hombre trabajador que gustaba de el arte de pintar, tocaba el piano y tenia un pequeño taller donde enseñaba a otros lo que tanto amaba...José creció logro sobreponerse de los golpes de la vida y los tratos sufridos en la niñez...era un excelente piloto pero...no visitaba a su madre ni se llevaba bien con ella...Una madre tiene el poder de atar a su hijo, pero un hijo tiene el poder de ser libre de una maldición que le fue proferida...nunca una palabra destructiva, una maldición puede hacer mella en la vida...si bien mucha veces el destino pareciera gris, sin éxito, sin cumplir metas o sueños, otras veces quiza la vida sea un poco más venebolente...pero somos nosotros...los que unidos al amor de Cristo tenemos el poder de vencer toda maldición...de amar...de no vivir en rencor y perdonar...no importa cual sea tu pasado, el hoy, lo que estés viviendo, las limitaciones que tengas...Dios tieen propósitos eternos en tu vida...y los cumpliá pero de ti depende...no dormirte en los laureles como dice un viejo adagio...y trabajar...cambiar el rumbo cualquiera que sea que lleves...redireccionarte al Señor Jesús...quien te abre sus brazos de amor y te dice...Con amor eterno te he amado...y he reservado gracia para ti...

...por

...Cristina Hidalgo de Marroquín