A 117km...

DE MI HOGAR...

gotitas de vivencia...

Nací en la ciudad y creci en ella, toda mi vida amé el lugar donde nací, siempre que viajabamos fuera me ponía triste pues extrañaba mi cama y mis cosas...no me gustaba viajar fuera casi nunca, me mareaba en cualquier vehiculo que nos transportasemos, casi siempre vomitaba, no me gustó nunca ensuciar mi ropa, despeinarme o ensuciar mis zapatos...

Al percibir algún olor característico del campo rápidamente me ponía sobre la naríz alguna toalla...con los años...Dios fue enseñandome a amar la naturaleza, a amar su creación...lo anterior era cuando fuí niña...luego al convertirme en un adulto Dios me enseñó a amar su creación a través de los amigos que regalo en mi vida, fue así como a mis veinte años amaba salir fuera de la ciudad...ya no vomité más...

Hubo una vez que fuí hasta frontera con Guatemala solo por ir a ver los mercados que ahí se ponían y el intercambio de comercio, otras veces conducía a algún lugar solo a tomar fotografías de paisajes...pero este fin de semana... disfruté tanto mi paseo por el campo...mis pies se confundian entre mis sandalias y la tierra...

Caminando unas cuadras para conseguir leña, cortando limones, comiendo dulces mangos y recogiendo otros que estaban en el suelo...luego el ver como mataban unas gallinas indias y contemplaba como mis hijos en una banca como si mirasen televisión observaban aquel momento no porque fuera el más bonito sino, porque ellos no sabian como mataban  las gallinas y en ese momento reí cuando mi hijo le decia a la señora que mataba las gallinas, no sabia que la carne se saca de la vaquita...

Luego una clase de anatomia animal que tambien recibieron...en aquel lugar donde no habia ruido, donde la brisa era característica, un fuerte sol, calor extremo...vida sencilla y con todo en la naturaleza ahí...cuajada, leche, el olor a café al amanecer...luego un rio donde si bien el trayecto era incomodo y mucha tierra h alrededor, olía a puro....

Pequeños piquetes de mozquitos, sembrados de maíz, de caña y de yuca, a lo lejos el volcán Chaparrastique, majestuoso, imponiendose frente a las demás montañas...los atardeceres que tanto me fascina ver, la puesta del sol que maravilla, como es de lindo en el campo!!! y al llegar la noche...sentada sobre una piedra hablando con el creador de todas las cosas...bajo una hermosa luna...

Sintiendome pequeña, agradecida con áquel que me ha dado paz, que me ha dado paz...porque la paz interior hace que todo alrededor aunque esté igual que siempre, no te complique la vida sino te haga respirar, agradecer la bendición de estar vivo o viva, la  bendición de ser un hijo en medio de tanta pero tanta hermosa creación....

...por
       ...Cristina Hidalgo de Marroquín