Gotitas de vivencia...
Hoy mientras me dirigía en una unidad de transporte público, escuchaba como en voz alta una joven mujer hablaba de sus capacidades, de lo bien que sabia hacer muchas cosas, y de como tenía diez años siendo una profesional y le había pasado de todo, fue un trayecto interesante, era dificil evitar escucharla pues hablaba muy fuerte sobre su vida profesional, lo buena que era según ella en muchas cosas...
Transcurría el trayecto y continuaba diciendo como ya sentía que era hora de despegar, que su basta experiencia le hacía sentir esa necesidad, de como su familia pues sus buenas notas había tenido altas expectativas con ella, pero las cosas no se habían dado como ella y la sociedad decía lo esperaba...
Me parecía interesante sus relatos de como según ella Dios había permitido que la humillación le acompañara por un objetivo que era doblegar la super estima que se tenía de sí misma al grado de haber reprobado en dos ocasiones el examen para ser notario, pero decía es con un propósito, es el tiempo de Dios...
Yo estaba parada en la unidad de transporte, la persona que le acompañaba se levantó y pude sentarme a su lado, en ese instante solo pude decirle pues ya se iba, tenga fe lo pasará, Dios le bendiga, ella sonrió y se fué me dijo igual Dios le bendiga.
Muchos confundimos el humillarse, cuando Jesús dice el que se humilla será enaltecido no se refería a que debemos contar publicamente nuestros malas momentos o decir que porque eramos o nos creiamos inteligentes, importantes o con grandes capacidades y pasamos una mala racha Dios nos está humillando..
Dios nos doblega, no voy a discutirlo, cuando el quiere tratar con áreas que en nuestra vida no gobierna completamente el, permite situaciones duras, difíciles para nuestra carne pero es para enseñarnos que solo el tiene el control, pero no es porque el quiera que todo mundo nos vea como hijos suyos siendo tratados porque el se goza de vernos en mala situación...
El es bueno y por amor a su Hijo, oye nuestros ruegos, permite que pasemos momentos duros, para tratar con nuestra rebeldía, nuestra suficiencia, falta de dependencia a él y el que no estemos sometidos a su palabra...
Eso solo se entiende con el pasar de los años, cuando ves hacia atrás puedes ver que el es bueno y todo lo que nos desea es el bien, cuando permitimos que el reine en las áreas que nos cuestan entonces las batallas estan ganadas, se gana una batalla rindiendose...
Solo así podemos entender que es humillarse para que el sea enaltecido, no para que lo seamos nosotros eso es un querer recibir honra y el único que la merece es Cristo, nosotros solo debemos entender que si obedecemos y permitimos que el nos gobierne entonces podemos estar en el ojo de su voluntad...
Cuando muere nuestra naturaleza humana y vive nuestro hombre o mujer espiritual entonces Cristo mueve todo nuestro alrededor, aunque no es porque nosotros seamos el centro del universo sino porque es El, el centro, el dueño, el señor y el Rey...quien hace posible todo y permite todo para su gloria...esa es una batalla por su gloria...
Por
Cristina Hidalgo de Marroquin
Hoy mientras me dirigía en una unidad de transporte público, escuchaba como en voz alta una joven mujer hablaba de sus capacidades, de lo bien que sabia hacer muchas cosas, y de como tenía diez años siendo una profesional y le había pasado de todo, fue un trayecto interesante, era dificil evitar escucharla pues hablaba muy fuerte sobre su vida profesional, lo buena que era según ella en muchas cosas...
Transcurría el trayecto y continuaba diciendo como ya sentía que era hora de despegar, que su basta experiencia le hacía sentir esa necesidad, de como su familia pues sus buenas notas había tenido altas expectativas con ella, pero las cosas no se habían dado como ella y la sociedad decía lo esperaba...
Me parecía interesante sus relatos de como según ella Dios había permitido que la humillación le acompañara por un objetivo que era doblegar la super estima que se tenía de sí misma al grado de haber reprobado en dos ocasiones el examen para ser notario, pero decía es con un propósito, es el tiempo de Dios...
Yo estaba parada en la unidad de transporte, la persona que le acompañaba se levantó y pude sentarme a su lado, en ese instante solo pude decirle pues ya se iba, tenga fe lo pasará, Dios le bendiga, ella sonrió y se fué me dijo igual Dios le bendiga.
Muchos confundimos el humillarse, cuando Jesús dice el que se humilla será enaltecido no se refería a que debemos contar publicamente nuestros malas momentos o decir que porque eramos o nos creiamos inteligentes, importantes o con grandes capacidades y pasamos una mala racha Dios nos está humillando..
Dios nos doblega, no voy a discutirlo, cuando el quiere tratar con áreas que en nuestra vida no gobierna completamente el, permite situaciones duras, difíciles para nuestra carne pero es para enseñarnos que solo el tiene el control, pero no es porque el quiera que todo mundo nos vea como hijos suyos siendo tratados porque el se goza de vernos en mala situación...
El es bueno y por amor a su Hijo, oye nuestros ruegos, permite que pasemos momentos duros, para tratar con nuestra rebeldía, nuestra suficiencia, falta de dependencia a él y el que no estemos sometidos a su palabra...
Eso solo se entiende con el pasar de los años, cuando ves hacia atrás puedes ver que el es bueno y todo lo que nos desea es el bien, cuando permitimos que el reine en las áreas que nos cuestan entonces las batallas estan ganadas, se gana una batalla rindiendose...
Solo así podemos entender que es humillarse para que el sea enaltecido, no para que lo seamos nosotros eso es un querer recibir honra y el único que la merece es Cristo, nosotros solo debemos entender que si obedecemos y permitimos que el nos gobierne entonces podemos estar en el ojo de su voluntad...
Cuando muere nuestra naturaleza humana y vive nuestro hombre o mujer espiritual entonces Cristo mueve todo nuestro alrededor, aunque no es porque nosotros seamos el centro del universo sino porque es El, el centro, el dueño, el señor y el Rey...quien hace posible todo y permite todo para su gloria...esa es una batalla por su gloria...
Por
Cristina Hidalgo de Marroquin
0 comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tus comentarios.