24 de enero de 2011

No débes preguntarte: Cómo...

Tu escucha solo la voz de Dios...

gotitas de vivencia...

Elsa era una mujer con grandes inseguridades en la toma de decisiones, todo lo dejaba a las circunstancias, a el si convenía, le pedía ayuda a Dios pero siempre acababa haciendo las cosas a como le resultaban, si debia pedir esta ayuda para esto o para lo otro, pensaba que su vida era exactamente lo contrario a lo que hubiese deseado, que todo lo que buscaba en la vida para su felicidad nunca la habia encontrado, que todo lo que aspiraba hacer en la vida siempre parecía distante para ella...no tenia los padres que hubiese querido, la carrera que hubiese deseado construir, el empleo que tanto prestigio le hubiese deseado ostentar, es más no tenía los amigos que hubiese querido, el hogar que soñó y peor aún pensaba tenía los hijos más desobendientes y poco aplicados que imaginó...

El cuadro anterior es el típico ejemplo de insatisfacción, por el hecho de haber puesto los ojos en la tierra, en las cosas que se acaban y lo peor de todo... los ojos en si misma... aunque hay muchas personas que viven ayudando a otros, dando de si a  los demás, eso no basta...es necesario saber escuchar la voz de Dios en oración...pedirle a Dios una dirección sin poner sus propios pensamientos por delante...el abandonarse cuando todo está aparentemente perdido en las manos de Jesús, el no tomar una desición sin consultarsela  y pedirle señales de su aprobación a Dios es quizá hoy en día la mayor de nuestras seguridades, el éxito anticipado en la vida, pero no olvidandonos que antes que todo eso, debemos preparar nuestro espíritu para la vida eterna, pues...todo lo que hay en la tierra es pasajero...

Siempre debemos escuchar la voz de Dios, pero esta no puede oirse aunque Dios siempre nos habla si anteponemos, supersticiones, damos la delantera a las circunstancias o esperamos que alguien nos detenga antes de actuar, aunque Dios actúa de diversas formas, la mejor forma de asegurar nuestro alcance de logros en la vida es saber confiar primero en Dios y no en nuestra propia pericia, pues nuestra conducta siempre nos llevará al fracazo y Dios no lo es...el no murió porque tu fueras un hombre o mujer de éxito, el murió porque el es Dios y reinará eternamente y en ese reinado quiere que participemos su creación...

Escucha la voz de Dios para que te vaya bien en todo...deja de escuchar tu propia voz y dejar de hacer tu voluntad para que puedas alcanzar los sueños que tanto buscas...
...por
       ...Cristina Hidalgo de Marroquín

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