De donde vienen esas disputas y contiendas...No son más que obras de la carne...

gotitas de vivencia...

Existen muchos problemas siempre en el diario vivir, las diferencias marcadas siempre las ha habido y las seguirán habiendo, mientras no deje de entronarse en el corazón del hombre los celos y las envidias...seguirá existiendo disputas que son obras totalmente de la carne...

Si hay algo por lo que una nación no progresa, es precisamente por esto, es poco o escaso ver a alguien que se alegre por algo bueno en otro, siempre en el corazón de la mayoría existen celos y envidias por lo que el otro tiene, siempre hay alguien que quiere lo que otro tiene, que busca lo que el otro posee...

Así de los celos y las envidias se desprenden toda una serie de males, discordias, disputas,robos, adulterios, mentiras, difamaciones, rivalidades, comparaciones que solo vienen de un corazón donde su unico dios es el mismo, y su fuerte es su propio ego, su orgullo y su gloria...

Así pues el Apostolo Pablo en su carta a Timoteo le habla de como el fue constituido predicador y apóstol "que dice la verdad en Cristo y no miente", se dice así mismo maestro de los gentiles en fe y verdad, y luego le dice que quiere que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda...

Es eso a lo que todos debemos aspirar, que cuando tu te congregues puedas hacer eso, levantar manos santas, sin contiendas en contra de nadie, sin enojos...que pueda tu oración llegar libremente al trono de Dios, que no permitas que sean las diferencias las que puedan más que el Espíritu de Dios en tí...

Porque Pablo le escribia a iglesias? a convertidos...es porque eso ya se practicaba en los mismos lugares, y muchos cuando escuchan sobre problemas dentro de las mismas iglesias se asombran pues dicen, se supone que ahi no pasa eso...pues si pasa...pero ahi mismo es a donde más se debe decir...esto no lo quiere Dios, examinemos la procedencia de lo que hablamos o escribimos, las intenciones de lo que decimos y hacemos...porque Dios no quiere que hagamos las cosas para disputas, sino que nuestro espíritu crezca en el cada día...y que cada vez las obras de la carne disminuyan...

Así mismo...Pablo le explica a Timoteo los requisitos para ser Obispo...que sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino, no pendeciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro, que gobierne su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad, no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo...

Es así como Dios quiere, porque de ser así más su buen testimonio, no uno de apariencias y ocultando muchas cosas que a Dios no le agradan cae en descredito y en lazo del diablo...

Es así pues que hay que sacar del corazón todo eso que a Dios no le agrada, que triste es para muchos que vivan diariamente problemas de este tipo en su vida secular, y que tengan para colmo que ir a lidiar con todo esto dentro de sus iglesias o congregaciones...Dios no quiere esto, porque la casa de Dios no es para eso, ni para disputas, ni para pleitos, ni para chambres, ni para mentiras, ni comparaciones de quien es mejor, o de frenar el crecimiento de los que pueden aportar, o para juzgar o hablar de los que fielmente han trabajado por años, solo porque alguien informa mentiras bajo su propia mentira, celo y envidia que habita en el...

Por eso es necesaria la auténtica comunión con el...y si ya no sienten que ni la concencia les acusa, es porque ya no hay comunión con Dios, pues Dios por medio de la conciencia reclama cuando estás obrando mal...que necesario es volverse auténticamente a Dios, y ser un siervo que levante manos limpias en todo tiempo, y que su oración no tenga estorbo...

Pero no se puede dejar de obrar en la carne si no permites que Jesús se entrone en tu corazón, cuando dejas que el viva y tu mueres, puedes con toda libertad escuchar todo este tipo de cosas, todo este tipo de problemas y comportarte como hijo de Dios, lleno de su espíritu, dejando de ver el crecimiento, el trabajo o lo que otros tengan, hagan o digan y dedicandote a trabajar en lo que Dios te ha mandado a hacer, siendo testimonio de Jesús vivo dentro de tí...hablandole a otros bajo la palabra de verdad y permitiendo que otros crezcan, se desarrollen y vivan como Dios les ha mandado vivir...

...por

       ...Cristina Hidalgo de Marroquín