No siempre las cosas pasan como pensaste pasarìan...

gotitas de vivencia...

Las preguntas, que pasó? que se hizo mal? dónde queda el trabajo de un año? o de más tiempo, suelen hacerse después que acabaste una meta a corto plazo y no resultó como querías...si bien, digerir el momento no es fácil...pero es importante tomar todo a bien y sacar provecho de lo que pasó, no excusarte ni buscar culpables, solamente saber que disfrutaste mucho el esfuerzo y que el trabajo realizado fue capitalizado...

Si sacas las cuentas, hay más ganancia que pérdida, y no te define el momento final...es la forma como afrontas ese fracaso, lo que te levantará  cada vez que esto ocurra, pueda que no sea tuyo el asunto, pero eres parte de ese esfuerzo y trabajo, así que como sea siempre lo padeces, pues quien lo ha pasado puede ser tu hijo, tu hija, tu esposo, tu esposa, tu amigo, tu amiga, tu compañero, tu padre, tu madre, tu tía o tío...alguien cada día sufre un revés y como afrontemos este revés es la forma que determinara como hagamos las cosas desde ese momento en adelante...

No siempre se gana y no siempre se pierde... no siempre pasa lo que tu en tu ideario tenías, pero Dios sabe porque pasa todo y lo importante es capitalizar cada esfuerzo que se haga, cada victoria se guarda con alegría así como cada derrota y...cada vez nos hará mejores, menos egocéntricos, ególatras, menos pensando en nosotros y mas pensando en el equipo, mas pensando en la excelencia, menos pensando en lo que queremos, más pensando en lo que Dios tiene planificado para nosotros...

Recuerda, trabaja duro, esfuérzate y prioriza... toma decisiones consultadole a Dios por ellas, y no te dejes vencer por un mal momento, recuerda las mil veces que todo salio bien y no olvides eso por un dia que todo salió mal...

Dios permite cada cosa en nuestra vida para crecer...

Por

     Cristina Hidalgo de Marroquin.