No conocía la palabra "dar", solo "todo quiero para mí"...le regalaban todo lo que podían darle, y cuando la abundancia llegaba a su vida, no era capáz de compartir un poco con nadie, tan siquiera un poco con sus mas cercanos, los suyos...
Pedía, exigía, entre más tenía más esperaba para sí... el debía ser el centro de atención en la vida de todos, quería que solo a el le admirasen y en toda salida, paseo, reunión el fuera invitado...
Si algo era para otros tambien lo quería, si le daban algo al hijo de otro tambien lo quería para su hijo, manipulaba a los demás a su manera, todos llenaban sus necesidades si no era el cuñado era el hermano, la mamá o el esposo, era una mujer que vivía para sí, sin dar, sin amar, y cuando decia que daba era porque ya se había tomado lo suficiente es decir daba lo que no quería, nunca lo que más amaba...
El Padre al enviar a su hijo, lo entregó por amor, vió el mundo como estaba lleno de tinieblas, de pecado, de inmoralidad, de falta de amor de legalismo, y los hombres ya no podían hacer nada por sus almas, pues todos sin excepción de uno podía salvarse...
Entonces Cristo se despojó de su realeza Divina y se hizo semejante a nosotros, tomó nuestra naturaleza y esa humanidad que solo piensa en si mismos, que solo quiere para si que es incapáz de dar, solo el la pudo transformar...
Así nos enseño la lección de amor...no como los hombres que solo piensan en sus propias comodidades, que no se dan que no se entregan y que solo piden...
El se dió, dió hasta la última gota de su sangre en la cruz, tomó la muerte más humillante...y la oscuridad no entendía lo que pasaba, pensaba que triunfaba pero no era así...
Jesús instauraba en la tierra su plan eterno y su Reino que no es de este mundo se hacía accesible para aquellos que son la antítesis de su amor de su compasión, de su perdón...
Es por El que hoy podemos contemplar y vivir en paz, esa paz que solo da El y el no ver las cosas materiales de la tierra que nos quitan la paz, la esperanza y la alegría...
Es solo Cristo la llenura de días, el consuelo eterno, en quien podemos reposar al final del día y descansar...
...por
...Cristina Hidalgo de Marroquín
El se dió, dió hasta la última gota de su sangre en la cruz, tomó la muerte más humillante...y la oscuridad no entendía lo que pasaba, pensaba que triunfaba pero no era así...
Jesús instauraba en la tierra su plan eterno y su Reino que no es de este mundo se hacía accesible para aquellos que son la antítesis de su amor de su compasión, de su perdón...
Es por El que hoy podemos contemplar y vivir en paz, esa paz que solo da El y el no ver las cosas materiales de la tierra que nos quitan la paz, la esperanza y la alegría...
Es solo Cristo la llenura de días, el consuelo eterno, en quien podemos reposar al final del día y descansar...
...por
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