COMO PARA CADA VIRUS...
UNA VACUNA...
gotitas de vivencia...
Hace unos dias veia un reportaje que hablaba sobre como en un tiempo muchos niños vivian sometidos a la polio y enfermedades comunes que no encontraban ninguna explicación...asi Edward Jenner inventó la primera vacuna contra la viruela en 1796, observando como una lechera decia "yo no cogeré la viruela mala ya que ya he cogido la de las vacas", y así se supo que la manera de contrarrestar un virus era introduciéndolo al cuerpo para que este creara resistencia al mismo...existen millones de virus de los cuales el 98% no son conocidos...Los virus no pueden desarrollarse por si mismos una vez se han introducido al organismo, "necesitan el núcleo celular, o reproducir otros iguales utilizando el sistema de reproducción celular del organismo"...igualmente pasa con la vida espiritual...esta no es una breve explicación sobre los virus, pero algo parecido sucede con nosotros...muchas veces llegamos a convivir tanto con alguna situación, llámesele raíces de amargura, frustración, ira, enojo, envidia, celos, discordia...que su contacto hace que se caiga en el mismo caso o se convierta en peor cosa...pero no sucede nada, y se vive con el virus como si no se estuviese enfermos, como si no se necesitara de la poderosa inyección que es Dios...es fácil hacer a un lado a los que quieren algo bueno para nosotros, vemos en otros defectos que somos nosotros los que tenemos y creemos que tienen otros, es fácil ver mil errores en otros pero cuesta ver una tan sola buena cualidad...queremos que nos den y nos cuesta dar...tenemos el virus y no lo vemos...porque hemos convivido tanto con El que ya no parece enfermedad sino algo natural...pero Jesús es la poderosa vacuna contra tanto virus que empobrece nuestra alma...el esa poderosa vacuna que anula tanto mal, solo que curiosamente el no entra al cuerpo como ese virus pues el virus es destruido con el mismo...Jesús entra a nuestro cuerpo como solo El sabe hacerlo, con amor y sin tener que disfrasarce para tomar control de nuestras células, se mete en nuestro ADN...y hace cosas nuevas...solo falta que veamos que hemos estado tanto tiempo en contacto con virus que nos empobrecen el alma, y empañan nuestra visión...pidamole no solo vacuna, sino colirio para poder ver...y mirar a los demás con ojos de compasión...y erradiquemos la pobreza del corazón y seamos personas distintas, llenas de Dios, llenas de amor...
...por
... Cristina Hidalgo de Marroquín
UNA VACUNA...
gotitas de vivencia...
Hace unos dias veia un reportaje que hablaba sobre como en un tiempo muchos niños vivian sometidos a la polio y enfermedades comunes que no encontraban ninguna explicación...asi Edward Jenner inventó la primera vacuna contra la viruela en 1796, observando como una lechera decia "yo no cogeré la viruela mala ya que ya he cogido la de las vacas", y así se supo que la manera de contrarrestar un virus era introduciéndolo al cuerpo para que este creara resistencia al mismo...existen millones de virus de los cuales el 98% no son conocidos...Los virus no pueden desarrollarse por si mismos una vez se han introducido al organismo, "necesitan el núcleo celular, o reproducir otros iguales utilizando el sistema de reproducción celular del organismo"...igualmente pasa con la vida espiritual...esta no es una breve explicación sobre los virus, pero algo parecido sucede con nosotros...muchas veces llegamos a convivir tanto con alguna situación, llámesele raíces de amargura, frustración, ira, enojo, envidia, celos, discordia...que su contacto hace que se caiga en el mismo caso o se convierta en peor cosa...pero no sucede nada, y se vive con el virus como si no se estuviese enfermos, como si no se necesitara de la poderosa inyección que es Dios...es fácil hacer a un lado a los que quieren algo bueno para nosotros, vemos en otros defectos que somos nosotros los que tenemos y creemos que tienen otros, es fácil ver mil errores en otros pero cuesta ver una tan sola buena cualidad...queremos que nos den y nos cuesta dar...tenemos el virus y no lo vemos...porque hemos convivido tanto con El que ya no parece enfermedad sino algo natural...pero Jesús es la poderosa vacuna contra tanto virus que empobrece nuestra alma...el esa poderosa vacuna que anula tanto mal, solo que curiosamente el no entra al cuerpo como ese virus pues el virus es destruido con el mismo...Jesús entra a nuestro cuerpo como solo El sabe hacerlo, con amor y sin tener que disfrasarce para tomar control de nuestras células, se mete en nuestro ADN...y hace cosas nuevas...solo falta que veamos que hemos estado tanto tiempo en contacto con virus que nos empobrecen el alma, y empañan nuestra visión...pidamole no solo vacuna, sino colirio para poder ver...y mirar a los demás con ojos de compasión...y erradiquemos la pobreza del corazón y seamos personas distintas, llenas de Dios, llenas de amor...
...por
... Cristina Hidalgo de Marroquín
0 comentarios:
Publicar un comentario
Déjame tus comentarios.