Inmersos en lo que todos hacen o dicen...

gotitas de vivencia...

El ser humano para poder ingresar a determinados círculos, se somete a ciertos patrones por el solo hecho de que otros le acepten, y es necesario para muchos buscar ser agradable, sumiso, o simplemente parecer simpático, agradar, decir las palabras que el conglomerado quiere escuchar o simplemente bailar al son de la música que les toquen por el  tan solo y simple hecho de ser aceptado en ciertos círculos...

Cuando es finalmente aceptado pueda que sus ideales, los conceptos que previamente tenía acerca de la vida, las cosas o lo que pensaba hacer con los demás se ve corrompido por lo que el entorno que le rodea en determinado momento le pida, es así como muchos se aprovechan de la voluntad de las mayorías para conseguir poder, fama, dominio, dinero, bienes, territorio... y sutilmente muchos ayudan a que determinados círculos consigan lo que por años solo era un sueño pero al tenerlo es corrompido por el poder, la avaricia y la corrupción, pues todos están sujetos a ser corrompibles...

He visto como personas que tenían ideales nobles en los inicios de sus carreras o sus vidas, dejaron que el entorno en el que se encontrara corrompiera esos principios, anhelos, deseos que tenían y es que... cuando el temor de Dios es nulo en una vida es fácil de corromperse y ceder a todo tipo de cosas que jamás pensó o a lo mejor rechazó...

Es por eso que  insisto...nadie puede hacer nada por otro, pensarse redentor de nadie sino solo Jesús el único que pudo redimir nuestros pecados en la cruz...el único que aún habiendo sido seducido por Satanás no fue corrompido porque es Santo, el único que una vez le fuera ofrecido el trono de Israel lo rechazó...

Hoy día es fácil caminar por donde todos lo hacen, hacer o repetir lo que otros hacen o dicen, seguir el ritmo  de todos porque hay que ser light, hay que ser "pragmático"...pero ese pragmatismo nos está llevando a lugares que no son los indicados y en ocasiones que se mal interprete lo que realmente somos o hacemos...

...por 

       ...Cristina Hidalgo de Marroquín